Educación para un aprendizaje óptimo y equitativo.
Educación para todos y todas: Ejemplos de entornos educativos inclusivos
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 indica que se busca en el mundo generar una educación de calidad. Pero para lograr el objetivo la educación inclusiva reconoce la importancia de generar espacios en donde desde las diferencias cada estudiante pueda tener un acceso igualitario a oportunidades de aprendizaje ricas, significativas y equitativas.
La intención es reconocer el valor que cada diferencia da a las personas y a través de ellas crear procesos que permitan enriquecer los procesos educativos.
Las experiencias internacionales nos ofrecen valiosas lecciones sobre cómo abordar la inclusión efectivamente. Un ejemplo a destacar es el uso de la tecnología educativa, que ha demostrado ser una herramienta poderosa para personalizar el aprendizaje según las necesidades específicas de cada alumno.
La formación continua del profesorado en técnicas de educación especial e inclusiva es crucial. Según el estudio: ¨PERTINENCIA DE ESTRATEGIAS DEL SISTEMA EDUCATIVO FINLANDÉS, DIRIGIDAS A MEJORAR LOS RESULTADOS DE APRENDIZAJES DE ESTUDIANTES CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES¨, Realizado por la Universidad Espíritu Santo (UESS) en el año 2021, países como Finlandia y Canadá, referentes en la materia, invierten significativamente en el desarrollo profesional de sus educadores, enfocándose tanto en habilidades de adaptación como en el diseño de experiencias de aprendizaje inclusivas. Estas habilidades de adaptación son cruciales en un entorno educativo en constante cambio, permitiendo a los educadores ajustarse a nuevas metodologías, tecnologías y necesidades de los estudiantes con eficacia. Algunas de ellas, son:
Flexibilidad: Ser capaz de ajustar los planes de enseñanza y el enfoque pedagógico según las necesidades individuales de los estudiantes y los cambios en el entorno educativo.
Resiliencia: Mantener la motivación y el compromiso a pesar de los desafíos y obstáculos que puedan surgir en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Pensamiento creativo: Desarrollar nuevas estrategias y métodos de enseñanza para abordar las dificultades de aprendizaje de los estudiantes y fomentar su participación activa en el aula.
Adaptabilidad tecnológica: Estar dispuesto a integrar herramientas y recursos tecnológicos en el proceso educativo para mejorar la enseñanza y el aprendizaje.
Empatía: Comprender las experiencias y necesidades individuales de los y las estudiantes y adaptar el enfoque educativo para garantizar un ambiente de aprendizaje inclusivo y equitativo.
Colaboración: Trabajar de manera efectiva con colegas, administradores escolares y padres para adaptarse a los cambios en el currículo, las políticas educativas y las expectativas de la comunidad.
En este contexto, un artículo de la Universitat Oberta de Catalunya, menciona que el asesoramiento del profesorado y su formación es fundamental para crear espacios que permitan implementar metodologías únicas de inclusión que apoyen al desarrollo de los estudiantes. Esto también hará que la calidad de los procesos educativos sea cada vez mejor.
Luego de ello se podrá trabajar en la creación de currículos inclusivos en donde se tomen en cuenta las diferentes formas de enseñanza y aprendizaje, las herramientas lúdicas y tecnológicas que se puedan adaptar a los diferentes espacios y adaptar los temarios y materiales a lenguajes inclusivos.
Te presentamos otras estrategias que conforman el marco de acción en diferentes países para fomentar entornos educativos inclusivos.
Planes de educación individualizados (PEI) para estudiantes con necesidades educativas especiales son fundamentales en la educación inclusiva.
Estos planes se diseñan a medida para cada estudiante, basándose en una evaluación detallada de sus necesidades, fortalezas y áreas de interés.
Por ejemplo, para un estudiante con dislexia, el PEI puede incluir estrategias como el uso de libros de texto en formato de audio, tiempo adicional en los exámenes y tareas, y el uso de tecnología de asistencia como programas de lectura de pantalla.
Para un estudiante con dificultades en la movilidad, el plan podría enfocarse en el acceso físico al entorno escolar, incluyendo rampas, ascensores, y la disposición del mobiliario en el aula para facilitar su movilidad y participación.
Además, un PEI puede incorporar objetivos específicos de aprendizaje adaptados a la capacidad del estudiante, técnicas de enseñanza diferenciadas y métodos de evaluación alternativos. Esto asegura que el estudiante no solo acceda al currículo de manera equitativa sino que también se le brinde la oportunidad de demostrar su comprensión y conocimientos de una manera en la que se respete sus particularidades.
En Colombia, el Colegio Alfred Pinet implementó el PEI como parte de su estrategia de Lectoescritura en los niños de básica primaria. Al inicio del proyecto, se notó que los estudiantes tenían un grave problema de Lectoescritura, pero a través del fortalecimiento individual se obtuvo una mejora en los estudiantes, ya que fue posible identificar los problemas individuales y resolverlos a través de prácticas particulares.
La inclusión de estudiantes con síndrome de Down en sistemas educativos se aplica en varios países alrededor del mundo, destacándose aquellos con políticas educativas que enfatizan la educación inclusiva y los derechos de las personas con discapacidad. Países como Canadá, Australia, algunos de la Unión Europea, y Estados Unidos, son reconocidos por sus esfuerzos en implementar estrategias inclusivas que benefician a estudiantes con síndrome de Down y otras necesidades educativas especiales.
¿Cómo promover la educación inclusiva?
Tal como lo menciona la publicación de Pearson, la educación es para todos y todas y por lo tanto, debe manejarse un modelo inclusivo, que abarque las discapacidades físicas e intelectuales. Aquí sugerimos acciones concretas para promover la inclusión en la educación:
1. Aprendizaje colaborativo: Es importante fomentar el trabajo en equipo y la formación de grupos heterogéneos para evitar la formación de subgrupos homogéneos que puedan generar exclusión.
2. Participación equitativa: Las instituciones educativas deben promover la participación igualitaria de todos los alumnos y estar alerta ante expresiones de discriminación.
3. Respeto a la diversidad: Es necesario implementar estrategias para visibilizar y normalizar la diversidad, así como contar con planes de contingencia para abordar situaciones de intolerancia.
4. Formación continua en inclusividad: Los profesores deben recibir capacitaciones continuas para promover una educación inclusiva y combatir la discriminación escolar y académica.
5. Enfoque centrado en la persona: Es importante considerar las diferencias individuales de los estudiantes como oportunidades para avanzar hacia una inclusión más generalizada, ofreciendo un acompañamiento que resalte las fortalezas únicas de cada estudiante.
Para estos estudiantes, el éxito educativo se ve potenciado por una atmósfera que va más allá de la mera accesibilidad académica; es imperativo fomentar un espacio donde también se facilite su sentido de pertenencia.
Es crucial la formación de los docentes en prácticas inclusivas y técnicas de comunicación alternativa, asegurando que estén equipados para responder de manera efectiva a las necesidades educativas y emocionales de estos estudiantes.
El papel de la familia y la comunidad también es fundamental en este proceso. La colaboración estrecha entre la escuela y el hogar permite crear un marco de apoyo continuo, donde las expectativas y objetivos educativos se alinean y refuerzan mutuamente.
La inclusión de voces y experiencias de personas con síndrome de Down en la planificación y ejecución de programas educativos asegura que los entornos de aprendizaje sean verdaderamente inclusivos y respondan a las necesidades reales de los estudiantes.
La inclusión se ha convertido en una directriz sumamente importante, sin embargo, en Ecuador aún estamos lejos de que sea una realidad. En 2019 se registró un total de 5.400 centros educativos ordinarios, con sólo 106 especializados, según un artículo de Entre Culturas. Por lo que es indispensable fortalecer el sistema educativo inclusivo, donde los estudiantes y docentes se sientan cómodos ante la diversidad en un entorno que enriquezca el aprendizaje.
En México, en la Escuela Primaria Benito Juárez, estudia Jairo, un niño de 7 años con trastorno espectro autista. A través de una colaboración entre la escuela y los padres de Jairo, se ha logrado favorecer la inclusión dentro de la institución y a nivel familiar. Por un lado se realizó una sensibilización de los padres de Jairo para aceptar y valorar las necesidades educativas especiales de su hijo. También se trabajó con la escuela para comprender el proceso de inclusión de alumnos con necesidades especiales. Y también fue indispensable trabajar con los profesores dentro del salón de clases, además de la adecuación del ambiente. para implementar estrategias de inclusión del alumno.
De esta manera en México se ha podido construir entornos educativos que favorecen la inclusión y las necesidades especiales de los alumnos.
Como Fundación CRISFE, trabajamos para ser un referente significativo en el esfuerzo por transformar el sistema educativo para hacerlo más inclusivo, en donde todos y todas tengan las mismas oportunidades.
Este compromiso con la inclusión se manifiesta en nuestro apoyo a estrategias pedagógicas innovadoras.. Los proyectos educativos que cuentan con el apoyo de Fundación CRISFE permiten desarrollar procesos sostenibles y escalables en educación.