Ecuador, una joya de biodiversidad ubicada en América del Sur, alberga una diversidad única de especies vegetales y animales gracias a su variada geografía y microclimas. Los pisos climáticos que se extienden desde las costas hasta las cimas de los Andes y la Amazonía junto con las Islas Galápagos, hacen que la nación posea un sinnúmero de especies vegetales y animales.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Ecuador es parte de un grupo de 12 países considerados como los más biodiversos del planeta. En el artículo conoceremos los desafíos y oportunidades para promover la biodiversidad alimentaria en Ecuador.

El campo ecuatoriano posee una riqueza única para el cultivo de productos que aportan a la alimentación de los humanos. Los agricultores locales tienen a su disposición una amplia gama de ingredientes naturales que pueden nutrir a la población de manera sostenible. Esta diversidad se deriva de los diferentes microclimas y ecosistemas que caracterizan al país, lo que permite el cultivo de una variedad de cultivos y la crianza de diversas especies animales.

Un estudio del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y de la Base de Datos de Nutrientes del Servicio de Investigación Agrícola de EE.UU. identificó los alimentos más nutritivos del mundo. Entre los más destacados y que se encuentran dentro de los productos que crecen en tierra ecuatoriana están: arveja, cebolla, col, espinaca, albahaca, lechuga, cilantro, espinaca, entre otros. Además, la quinua, el camote, los granos andinos, los aguacates, las frutas tropicales y las hierbas aromáticas son solo algunos ejemplos de alimentos ricos en nutrientes que pueden ser producidos localmente.

Por esta razón, los pequeños agricultores ecuatorianos desempeñan un papel crucial en la promoción de la biodiversidad alimentaria, ya que también en sus tierras se producen 350 productos nativos, es decir que su centro de origen es Ecuador; y que tienen grandes variedades nutricionales y de bioactivos, según una publicación de Agrocalidad.

Las prácticas agrícolas tradicionales y sostenibles permiten la producción de alimentos de alta calidad y ricos en nutrientes. Los cultivos nativos y variedades locales que se cultuvan son resistentes a las condiciones climáticas cambiantes, lo que garantiza una producción continua y confiable.

Proteger la biodiversidad es esencial para asegurar una alimentación completa y saludable para la población. En 2021, durante la Reunión del Consejo de Liderazgo de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, representantes de la FAO aseguraron que salvaguardar la biodiversidad y todo lo que se produce en los ecosistemas aporta a generar mejores alimentos y dietas para las personas.

Fundación CRISFE, basados en artículos de investigación externos, propone 9 cosas que pueden apoyar a la generación de conciencia sobre al alimentación y el consumo de productos nativos.

Los procesos ecológicos de los suelos permiten una regeneración de las tierras y la producción de productos sin daños y un menor impacto, algo que ocurre en regiones biodiversas, es fundamental para asegurar la alimentación en el mundo y no generar daños a la naturaleza, especificó el Observatorio del Derecho a la Alimentación de España en un artículo.

La biodiversidad aporta a la generación de un mayor número de productos y a evitar que se produzcan enfermedades en plantas o cultivos, así como la generación de una productividad sostenible sin la necesidad de utilizar productos o elementos externos para el trabajo en la tierra.

Ecuador es el segundo país en América Latina con los índices más altos de desnutrición crónica infantil; sin embargo, la promoción de la biodiversidad alimentaria podría beneficiar a combatir la desnutrición y aportar al bienestar de la población ecuatoriana en el presente y futuro.

La Fundación CRISFE, a través del eje de desarrollo territorial, trabaja con pequeños productores de distintas zonas del país, con la intención de generar procesos sostenibles para la tierra. Productores, agricultores, entre otros reciben capacitaciones y fortalecimiento de capacidades.

Por ejemplo, en la parroquia de Río Negro (Tungurahua) un voluntario italiano capacitó a productores de la zona sobre comercialización de productos agropecuarios con la aplicación de herramientas TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación). Además, realizará un sondeo de mercados y posibles oportunidades de comercialización y negocio con los productores y emprendedores.

En esa misma localidad, productores han tenido un contacto directo con técnicos quienes los han capacitado en la producción de guanábana y otros productos. A través de las visitas en territorio han podido tener una asistencia técnica cercana para la creación de estrategias agropecuarias y gestión de abono.

Por otro lado, 15 productores han sido formados en desinfección de suelo, plantas, siembras, enfermedades y plagas, control fitosanitario foliar, desarrollo y nutrición vegetal control biológico y nutrición.